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Cuando un individuo dijo en una conversación general: muerto yo, que la tierra sea pasto de las llamas, exclamó: más bien, vivo yo, y actuó totalmente en consecuencia. En efecto, fingiendo que le desagradaban la fealdad de los antiguos edificios, y la estrechez y tortuosidad de las calles, incendió Roma sin el menor disimulo. Pues muchos excónsules sorprendieron en sus tierras a los esclavos de su cámara provistos de estopa y antorchas, sin atreverse a tocarlos. Y algunos graneros cercanos a la Casa Dorada, cuyo solar ambicionaba extraordinariamente, fueron derruidos con máquinas de guerra y luego incendiados, porque estaban construidos con muros de piedra. Este azote hizo estragos durante seis días y siete noches, obligando a la plebe a buscar albergue en los monumentos y en las tumbas. En aquella ocasión ardieron, además de un inmenso número de casas de vecindad, las mansiones de los pretéritos generales (todavía adornadas con los despojos de los enemigos), los templos de los dioses (votados y dedicados por los reyes, y más tarde, con ocasión de las guerras púnicas y las que se hicieron contra los galos), y todos los panteones memorables que quedaban de la Antigüedad. Mientras contemplaba este incendio desde la Torre de Mecenas, Nerón, transportado de gozo por la belleza de las llamas, según sus propias palabras, cantó la toma de Troya vestido con su traje de actor. Para no desperdiciar ni siquiera esta ocasión de hacerse con todo el botín y las ganancias que pudiera, prometió retirar gratuitamente los cadáveres y los escombros, y no permitió a nadie acercarse a los restos de sus bienes.

El historiador Suetonio desnuda a Nerón Claudio César Augusto Germánico en uno sus desatinos más controversiales. La orden, emitida en el año 64, de quemar la Ciudad Eterna. Una devastación con aditivos delirantes que evoca otras iniquidades atribuidas al déspota. Como las muertes de Agripina, su madre, acusada a su vez del deceso de Claudio, antecesor y padrastro del monarca; Octavia, su esposa y hermanastra; Británico, su hermanastro, que lo precedía en la línea sucesoria; y Séneca, el gran filósofo, que fue su maestro y consejero. O la persecución masiva de los cristianos, señalados injustamente por las llamas.

Las suplicantes (de Eurípides). Teatro<br />
Nacional de Grecia. Dirigida por Stathis Livathinos (N-t.gr).

El incendio de Roma. Hubert Robert. Museo de Arte Moderno André Malraux, El Havre, Francia.

La piromanía y la violencia por motivos religiosos coinciden igualmente de alguna manera en un episodio suscitado en 259 por los romanos que ocupaban la Península Ibérica. Obedientes a un decreto de los coemperadores Valeriano y Galieno que imponía el culto pagano, arrojaron a la hoguera al cristiano Fructuoso, obispo de Tarragona. El mártir, sorprendido en su descanso nocturno, descalzo, al ser arrestado, pidió permiso para ponerse las sandalias, se entregó mansamente y ardió junto a dos colaboradores, Augurio y Eulogio, en el centro del anfiteatro.

Antígona frente a Polínices muerto.<br />
Nikiforos Lytras. Galería<br />
Nacional de Grecia.

Pasión y muerte de los santos Fructuoso, Augurio y Eulogio (detalle de un mural). Iglesia de San Fructuoso, Bierge, España.

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“Me gusta ver trabajar a los bomberos, es lindo ver cómo caen al fuego”, se deleitó Cayetano Santos Godino, alias el Petiso Orejudo, el pirómano argentino más renombrado, que ejecutó crímenes surtidos y espantosos a principios del siglo veinte en la ciudad de Buenos Aires. La frase fue deslizada al ser interrogado por el incendio de una bodega. Cuatro horas demoró controlar las llamas. Varias viviendas, una fábrica de ladrillos y una estación de tranvías son algunos de los restantes sitios que quemó.

Godino usó el fuego asimismo contra víctimas individuales. Una niña de cinco años murió después de que incendiara la ropa que llevaba puesta. A un chiquito de 22 meses le provocó quemaduras en los párpados con un cigarrillo. Mientras estaba preso en Ushuaia, sacrificó dos gatos tirándolos a una fogata. Los demás reclusos vengaron la salvajada dándole al asesino una golpiza de tal vigor que estuvo semanas en el hospital.

La edad del maleante y los agredidos es uno de los indicios más turbadores de la trayectoria del Petiso. El criminal tenía entre siete y 15 años al realizar sus tropelías. Los damnificados, cuatro muertos y siete heridos, fueron niños de entre uno y 13. Además de la nena quemada, fallecieron tres criaturas que el atacante estranguló con un cordel y remató mediante diferentes métodos: una chiquita de tres años fue enterrada viva, un pibe de igual edad apareció con un clavo hundido en la sien y uno de 13 fue asesinado a golpes.

Hay quienes replican que solo algunos homicidios están probados y que el mito capaz fue cimentado por abusadores infantiles o pederastas de clase alta que buscaban impunidad. La geografía de los acontecimientos se centra en los barrios de Almagro y Parque Patricios, que entonces se deshilachaban hasta convertirse en pampa abierta. Como los gatos de la prisión de Ushuaia, otros animales sufrieron la crueldad del rufián. En su casa martirizaba aves domésticas. La yegua de un comercio donde trabajó apareció muerta de tres puñaladas.

Fiore Godino y Lucía Ruffo, los padres, inmigrantes calabreses pobres, se encontraban envueltos en dilemas espinosos. Fiore, de oficio farolero, habría sido sifilítico, alcohólico y golpeador. Cayetano, el menor de ocho hijos, nació enfermizo. Habría caído repetidamente moribundo por enteritis, dolencia intestinal. Al maltrato paterno habría seguido el de Antonio, el hermano mayor, epiléptico y también bebedor. De la familia Godino se sabe poco más. Por ejemplo, que años después habría vuelto a Italia.

Lisístrata (de Aristófanes). Teatro Cuatro Elementos, Buenos Aires. Dirigida por Pablo Marchini (Facebook.com/Lisistrata).

Cayetano Santos Godino, alias el Petiso Orejudo, 1912.

El Petiso, detenido una vez a solicitud de su propio padre, fue capturado de manera definitiva con 15 años en 1912 luego de liquidar al chaval de tres. Lo atraparon en el velorio de la criatura, adonde se arrimó «para ver si tenía el clavo», según declaró a la Policía. Lo consideraron inimputable y lo enviaron al pabellón de alienados delincuentes del Hospicio de las Mercedes, actual Hospital Borda. Atacó a dos pacientes, uno postrado y otro en silla de ruedas. Intentó fugarse. Pasó a la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras. Luego a la prisión de Tierra del Fuego —destino pintoresco, tratándose de un incendiario—, la cárcel del fin del mundo, donde murió en 1944.

Las carencias a las que estaba habituado el criminal múltiple se acentuaron durante el encierro. Los cirujanos fueguinos, inspirados en la teoría determinista del médico italiano Cesare Lombroso, le troncharon el exterior de los oídos con la esperanza de reformar su conducta. El malhechor transcurrió además la trena sin amigos, visitas ni correspondencia. Incluso sin remordimiento, que jamás expresó. Tampoco tuvo paz: fue sometido a la violencia social, a través de la marginación, y física, quizás también sexual. Su fallecimiento carece de causa cierta; pudo derivar de una úlcera gastroduodenal o de las brutalidades que recibió. Ni sus huesos fueron respetados. En 1947, al clausurarse la mazmorra de Ushuaia y removerse el cementerio, los restos de Cayetano Santos Godino habían desaparecido.

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La yemení Tawakul Karman con las liberianas Leymah Gbowee y Ellen Johnson-Sirleaf durante la recepción del Premio Nobel de la Paz 2011.

Portada del Diario Popular, 18/2/1994.

“Matanza en Flores”, es la leyenda principal del Diario Popular del 18 de febrero de 1994, referida a la tragedia de los Bagnato. “Cinco carbonizados por terrible venganza”, establece el renglón superior. “Estaría identificado el hombre que roció con nafta la casa de un empresario y la quemó acabando con la vida de un matrimonio, dos hijos y un niño amigo. Solo un chico escapó por la única ventana que no tenía rejas. Un familiar de las víctimas aparece como sospechoso”, abrevia la bajada, para completar una síntesis que resuelve el caso con precisión palmaria, fuera de inexactitudes menores.

En 1996, cuando llegó a la mayoría de edad, Matías vendió el chalet en ruinas y se instaló con la abuela en el departamento de Almagro. En simultáneo, terminó el colegio y obtuvo su primer empleo, como tripulante aéreo de la empresa Dinar. El contrato se interrumpió en 2002, al quebrar la compañía en medio del desastre económico que afectaba la Argentina. Sin posibilidad de reinsertarse en su especialidad en el corto plazo, se tiró el lance para la tercera edición de Gran Hermano, programa televisivo que batía récords de audiencia. Como le había ocurrido años antes con el curso de auxiliar de vuelo, superó el proceso de selección sin problemas. “Toda mi familia fue asesinada en un hecho que se conoce como la masacre de Flores”, contó ante las cámaras en el momento de presentarse a los demás participantes, jóvenes de ambos sexos con los que se internó cuatro meses en una casa. El sobreviviente terminó en un meritorio cuarto puesto. Pero su sitio en el podio es irrelevante frente al hecho de que se convirtió en un rostro familiar para los argentinos, que ya lo tenían visto desde la época del juicio, de destacada cobertura noticiosa. En el futuro, la celebridad del muchacho salvará su vida y la de Norma en más oportunidades.

Meses después del devaneo televisivo, volvió a su profesión, esta vez en Aerolíneas Argentinas. Desde entonces, transcurrió un tiempo prolongado de rutina laboral y sosiego doméstico. La abuela lo calmaba con la idea de que Álvarez González debería completar cerca de dos décadas en la gayola antes de poder tramitar la libertad condicional, una indulgencia que esperaban nunca le fuera concedida.

Fructuoso, a todo esto, soportaba el confinamiento atento a sus abogados, que trabajaban con intensidad y sigilo. En 2004, merced a su nacionalidad europea, logró el traslado a un cepo de Madrid. La diferencia de legislación era notable: España ignoraba el concepto de cadena perpetua. Por otra parte, un extraño error en las fechas del expediente enviado a la Península Ibérica situó el incendio en 1990 y la condena en 1991. Si todo había sido antes, el castigo vencería antes también. Otro misterioso desliz en aquellas tierras concedió a Fructuoso el dos por uno, medida excepcional que reduce el castigo a la mitad. Un dictamen suplementario le reconoció trabajos en prisión. Además, una hermana de Cacho se radicó allá para cumplir con el requisito del arraigo familiar. Así las cosas, el condenado en 2008 recuperó la libertad y pidió permiso para volver a la Argentina. Recibió la autorización en 2009 y, en apariencia con todas las de la ley, se tomó un avión a Buenos Aires.

—El teléfono me despertó a las tres y media de una madrugada de 2010 —recordará Matías—; la hora del incendio; yo estaba de guardia por mi trabajo, en casa, por si me necesitaban para un vuelo; entonces no me llamó la atención que sonara a esa hora; atendí medio dormido; puso la voz distorsionada y empezó: preparate, que te vas a morir como el resto; ¡habían pasado 15 años!; para mí estaba preso en Europa; sentí que se me caía el mundo encima otra vez.

A partir de ese episodio, dos o tres veces por semana, nieto y abuela escuchaban en el teléfono aquella dicción conocida que les advertía que había vuelto para matarlos. Despavorido, después de pedir auxilio sin éxito a propios y extraños, y de recibir un trato displicente en los estrados judiciales, el joven acudió a personajes de la Casa Rosada cercanos a los ministros Julio Alak, de Justicia, y Aníbal Fernández, del Interior. En buena medida porque era un rostro famoso, lo atendieron sin dilaciones por medio del Programa Nacional de Lucha Contra la Impunidad. El tribunal a cargo, de todas formas, siguió demorando una contestación.

—En el Juzgado de Ejecución Penal me respondieron que no me podían dar detalles; les recalcaba que había quemado viva a toda mi familia, pero no servía de nada; la réplica que me ofrecían era que yo ya no formaba parte de la causa en esa instancia, la de cumplimiento de la condena; me parecía una locura dejar afuera a la víctima en la etapa más cuestionada, pues abarca la libertad condicional y las salidas transitorias; les hablé de la seguridad del afectado, que necesita saber si van a soltar a su agresor.

Bagnato insistió hasta que la burocracia comenzó a desperezarse. Primero le notificaron que Álvarez González seguía preso en España. Luego consultaron a Interpol: estaba libre y en la Argentina. La Policía Aeroportuaria y la Dirección Nacional de Migraciones registraban seis entradas y salidas del pirómano desde 2009. En cada oportunidad, el tribunal había ignorado supinamente las consultas de rutina. Un bochorno de alcance internacional. En ese contexto, la Cancillería declaró violado el acuerdo carcelario con España.

—Me lo morfé yo porque tenía mucho trabajo —le confesará Axel Gustavo López, juez responsable, en su despacho—; estoy tapado, somos tres jueces de Ejecución para resolver todo.

En un techo falso de una quinta del partido bonaerense de Tortuguitas estaba Fructuoso en 2011, cuando lo detuvieron efectivos de Delitos Complejos de la Dirección de Seguridad Aeroportuaria y de la Prefectura Naval. Medio centenar de domicilios de la Capital y el Conurbano rastrearon hasta encontrarlo, dato que pinta la estrategia descomunal del prófugo para evadirse.

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Tras varias temporadas de relativa calma, 2015 trajo dos razones destacadas de angustia para Matías y Norma. La primera fue la absolución de Axel López en casos escandalosos como el de Álvarez González, algunos derivados en tragedias. En medio de un encendido debate social, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación falló que el funcionario había actuado a derecho. El otro motivo de inquietud para nieto y abuela fue un pedido de salidas transitorias del asturiano, algo previsto para reclusos que llevan cierto tiempo presos y son capaces de integrarse a la sociedad. Evidentemente, el forajido incumplía la segunda condición. Bagnato hizo una intensa campaña de denuncia y juntó casi 190.000 firmas a través de Change.org, plataforma de internet que promueve reclamos ciudadanos. Con el asunto instalado en la opinión pública, la Cámara de Casación Penal confirmó sin más vueltas el encierro de Fructuoso.

Madres de Plaza de Mayo, Argentina (Madres.org).

Fructuoso Álvarez González detenido por segunda vez, 2011. Lo llevan esposado efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Desde entonces, la figura de esta narración permanecerá en vilo, porque el condenado podrá gestionar algún beneficio cada medio año.

—Es tremendo, no tengo paz; cada seis meses pasa lo mismo —se apabullará—; pensar que este tipo puede volver a caminar por la calle es tremendo; no hay ningún perito forense que avale su reinserción; todos coinciden en su gran posibilidad de reincidencia.

Abuelas de Plaza de Mayo, Argentina (Abuelas.org).

Un grupo de participantes de la campaña Para Que No Te Pase, 2016. Matías está arriba a la derecha. Viviam Perrone en la fila inferior, es la segunda desde la izquierda (Perfil).

En 2016, Bagnato integró Para Que No Te Pase, cruzada civil de aquejados por la violencia. Su objetivo era una reforma institucional. Viviam Perrone y otras Madres del Dolor fueron impulsoras fundamentales. Participaron también Gladys Cabezas, Carolina Píparo, María Luján Rey, Nilda Gómez, Jimena Adúriz, Diana Cohen Agrest, Guillermo Bargna y Alberto Lebbos, entre numerosos ciudadanos.

«Es imprescindible que las penas sean de cumplimiento efectivo, ni un día de más, tampoco uno de menos», reclama el manifiesto de la iniciativa. «Es indispensable un registro de víctimas y de hechos impunes», agrega. «Es justo que el querellante o su familia tengan participación en todo el proceso», continúa. «Es imperioso», exige sobre el acceso a abogados y más expertos, «que los atribulados reciban una asistencia integral».

En 2017, el impulso de Para Que No Te Pase propició la sanción de la llamada Ley de Víctimas, que engendró, entre otras innovaciones, el Centro de Asistencia a las Víctimas de Delitos, el Observatorio de Víctimas de Delitos y cerca de un centenar de Centros de Acceso a la Justicia distribuidos por el país.

—Cuando peleamos por la Ley de Víctimas —cuenta el sobreviviente—, yo quería modificar el artículo que excluye al agredido en la instancia de Ejecución y me dijeron que era un cambio de paradigma muy grande; pero lo logramos; ahora se va a notificar y se va a escuchar al damnificado antes de tomar una decisión; es un momento histórico.

Un grupo de Madres del Dolor de Santiago del Estero (La Verdad, 20/10/2000).

Matías al integrarse a la Asociación Civil Madres del Dolor. Lo acompañan Silvia Irigaray, Elvira Torres, Viviam Perrone —autora de la selfie—, Isabel Yaconis y Nora Iglesias.

“Incorporamos un hijo a nuestra ONG. Desde hoy, Matías Bagnato es integrante de Madres del Dolor ¡¡Estamos felices!!”, publicó la entidad ese 2017 en Twitter. “Bienvenido @MatiBagnato”. La autofoto adjunta presenta de izquierda a derecha las sonrisas del muchacho, Silvia Irigaray, Elvira Torres, Viviam Perrone —retratadora—, Isabel Yaconis y Nora Iglesias.

Matías Bagnato, Marta Canillas, Isabel Yaconis, Elvira Torres, Silvia Irigaray, Silvia Fredes y Viviam Perrone, de la Asociación Civil Madres del Dolor (2017).

Matías Bagnato y Delfina Borda, hermana de Nicolás, al descubrir la placa en homenaje de las víctimas de la masacre. Plaza Simón Bolívar, barrio poteño de Flores (EFE).

“Solo se muere cuando se olvida y yo nunca los voy a olvidar”, se lee en la placa de mármol blanco descubierta por el actor central de esta historia en 2019 en la plaza Simón Bolívar, espacio verde de Flores. Inauguró la piedra acompañado por Delfina Borda, hermana de Nicolás. “Elegí este lugar porque la última noche estuvimos acá”, dijo ante parientes, amigos y miembros de la ACMdD. La atmósfera olía a siemprevivas, caléndulas y alelís, mientras la brisa hamacaba el follaje de palos borrachos, palmeras y tilos. “No venía desde ese momento, hace 25 años que no camino este parque, es muy difícil vivir sin una familia entera”.

“¡Ya te extraño tanto!”, escribió en Facebook en 2020, tras el fallecimiento de Norma; “gracias por ser mi sostén, por enseñarme a ser fuerte, a luchar…; no puedo ni escribir…; ¡descansá, mi amor!; sé que estás feliz con Mami, Papi, Fer y Ale…; ¡esperame con ellos!; me da tanta bronca que pasó ahora [durante la cuarentena por el Coronavirus], sin poder despedirte como quería; ¡te amo, Abu!”.

Elvira Torres, Elsa Gómez, Matías Bagnato, Marta Canillas, Silvia Irigaray, Nora Iglesias, Isabel Yaconis y Viviam Perrone, de la Asociación Civil Madres del Dolor (2018).

La abuela Norma y Matías en el ámbito de trabajo del nieto, un avión de Aerolíneas Argentinas.

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—Este hombre es igual a Robledo Puch, ya que no tiene ningún lazo afectivo afuera de la cárcel —reflexionará Matías—; además, a ambos les impiden salir porque los estudios no les dan; Álvarez González no se habla con su familia; está separado, su mujer no lo ve, y algunos de sus hijos hasta se cambiaron el apellido porque no lo quieren; el hijo más chico quiso construir un vínculo con el, pero cuando lo fue a visitar a la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra detenido, con todo lo que eso significa, lo insultó y no volvió nunca más.

“Dista de ser el adecuado para los egresos”, evaluarán los asistentes sociales al garante de Fructuoso, una sobrina que nunca lo visitó.

“No se ha reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad”, arbitra sobre Carlos Eduardo Robledo Puch el dictamen de 2008 que confirmó su encierro, “además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo”. El condenado es hijo único y sus padres habían fallecido.

Robledo Puch, apodado el Ángel de la Muerte o el Ángel Negro, suele ser comparado con el Petiso Orejudo, en la categoría de los asesinos múltiples o seriales argentinos, salvando contrastes sustanciales. El primero cometió más atropellos, en menos tiempo, con arma de fuego y en general para robar. Su peripecia delictiva se desarrolló durante casi un año, en 1971 y 1972, en el norte del Gran Buenos Aires; el ejecutor tenía de 19 a 20 años; entre sus abatidos prevalecen los hombres adultos; actuó casi siempre con la ayuda de algún colega; y fue juzgado responsable de sus crímenes.

El Ángel está preso desde 1972 y se aloja en el penal de Olmos, partido de La Plata. La justicia lo castigó en 1980 con perpetua más accesorias por diez homicidios calificados, uno simple y un intento que lo convierten en el mayor verdugo civil de la historia argentina. Además, le dieron por probados 17 robos, complicidad en una violación y una tentativa, un abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos. Las acometidas sexuales y los secuestros fueron perpetrados sobre tres mujeres por un cómplice. Este murió en un siniestro automovilístico tal vez urdido por Robledo, que iba al volante. Un segundo secuaz fue víctima de la última ejecución del condenado.

Pelirrojo, de ojos zarcos y semblante aniñado, Carlos revela un parecido abrumador con su mamá, Josefa Aída Habendank, inmigrante alemana. Víctor Elías Robledo Puch, el padre, era un salteño moreno, algo calvo, delgado y de ojos achinados. Aída, hija de un técnico industrial, era graduada en química y profesora de inglés, pero ejercía solo como madre y esposa. Víctor era peronista y mecánico de General Motors, con el cargo de inspector.

El Ángel se crió en un hogar de clase media con toques privilegiados. Estudió inglés, alemán y piano, y leía con voracidad novelas de aventuras. Vivía con sus padres en un primer piso alquilado en Olivos, partido de Vicente López. Los domingos concurrían todos a misa. El chaval aprendió a gatillar en la calle, enseñado por un cómplice, pero el eco de las armas le venía de antes. Víctor era orgulloso bisnieto de Dionisio Puch, héroe de la independencia, lugarteniente y cuñado de Juan Martín de Güemes, y gobernador unitario de Salta. Aída había llegado a la Argentina con los suyos en 1946 huyendo de la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial. A lo mejor en parte por ese trauma ella padecía severos desequilibrios psíquicos, intentó suicidarse reiteradamente y murió en un manicomio en 1993.

Elvira Torres, Elsa Gómez, Matías Bagnato, Marta Canillas, Silvia Irigaray, Nora Iglesias, Isabel Yaconis y Viviam Perrone, de la Asociación Civil Madres del Dolor (2018).

Carlos Eduardo Robledo Puch esposado y escoltado por policías, 1972.

Carlos se ha declarado fanático de Perón, la Biblia y el nazismo. Ha confesado simpatía por militares convictos, como Emilio Eduardo Massera y Leopoldo Fortunato Galtieri. Ha anunciado el deseo de liquidar a la presidenta Cristina Kirchner. Ha expresado querer dispararse en el corazón o que le apliquen la inyección letal, aunque la pena de muerte está prohibida en la Argentina. Padece brotes demenciales durante los cuales se cree Batman y promete “limpiar las miserias del mundo”. Por algo los médicos Elías Klass, Horacio Campero y Osvaldo Raffo avalaron en el transcurso del juicio la posibilidad de encerrarlo en un instituto psiquiátrico.

“Esto fue un circo romano y una farsa”, chilló Robledo en 1980, después de conocerse el veredicto, “estoy condenado y prejuzgado de antemano, algún día voy a salir y los voy a matar a todos”.

“Todo esto se organizó en mi contra”, se ofuscó Álvarez González en 1995 en igual circunstancia, “esto es culpa de la prensa, váyanse a cagar”.

—Está completamente solo, se pasó su vida encerrado y tiene un odio terrible porque quería liquidarnos a todos y no pudo —deducirá Matías—; soy su materia pendiente; el no va a parar hasta eliminar a toda la familia Bagnato.

«Presenta una involución en su comportamiento dentro del penal, al manifestar dificultades para acatar los reglamentos internos, como así falta de apego a los objetivos fijados por las diferentes áreas del tratamiento», dictaminó María Jimena Monsalve, jueza de Ejecución, en 2023 sobre Cacho. «El pronóstico de reinserción social no es favorable, lo cual, sumado a la escasez de autocrítica con respecto al crimen que cometió, evidencia la necesidad de que continúe su régimen en la cárcel».

«Hoy sí por fin puedo decir se terminó», se desahogó Bagnato en Twitter un par de meses después, tras el suicidio del asturiano; «Mami, Pá, Fer, Ale, Nico, descansen en paz; los amo con todo mi corazón». El energúmeno se había provocado una septicemia contaminando la sutura de una cirugía de cadera. «Daría mi vida por abrazarte y estar juntos este día después de 30 años de sufrimiento», se dirigió el sobreviviente a Norma; «vos también mi amor, ahora descansá en paz; te amo, Abu hermosa».

La primicia fue de alto impacto. Aún así, la Corte Suprema de la República clausuró de manera definitiva, por defunción, la última solicitud de libertad del maleante recién al cabo de casi medio año.

Fuentes

El párrafo inicial está en Vidas de los doce césares (libro VI, 38). Las muertes de Agripina (XIV, 1-3), Octavia (ibíd, 60-64), Claudio (XII, 66-67), Británico (XIII, 12-17) y Séneca (XV, 60-64) son narradas por Tácito. La persecución de los cristianos con la excusa del incendio es relatada por este (XV, 44), Plinio el Viejo (XVII, 1-5) y Dion (LXII, 16-18).

El término piromanía se compone de las raíces griegas piros, fuego, y manía, locura. El acta del martirio del obispo Fructuoso es un documento histórico; fue consultado en una web especializada (“Martirio de…”, Primeroscristianos.com).

La crónica sobre el Petiso Orejudo se basa en los libros de Basetti, Moreno y Contreras, y dos repercusiones de la prensa experta (Vallejos, Marcelo…, Todo es Historia, y Basetti, Ricardo…, Mundo policial). La pista que involucra a virtuales pederastas de clase alta es explicada por Contreras (Petiso Orejudo: documento final).

La participación de Matías en Gran Hermano está en la sección de espectáculos de los diarios; por ejemplo, tras el decenlace (“Esta vez…”, La Nación). El Programa Nacional de Lucha Contra la Impunidad (Pronalci) funciona en la órbita del Ministerio de Justicia. La llamada Ley de Víctimas fue sancionada por el Congreso de la Nación (27.372/2017).

El traslado de Fructuoso a España, su liberación y el escándalo del juez López están en las noticias: “A 25…”, Clarín; “Bagnato, ante…”, Clarín; “Detenido en…”, Lne.es; “El crimen…”, Página 12; Goicoechea, Laura…, Medium.com; “Ni las…”, Bigbangnews.com; “Ordenan recapturar…”, Clarín; Pizarro, Emilse…, Infobae.com; “Sobrevivió a…”, Clarín; “Un bidón…”, Clarín; Vera, Valeria…, La Nación; “Vuelven a…”, La Nación.

La captura tuvo considerable resonancia: “Vuelven a…”, La Nación; “Ordenan recapturar…”, Clarín; “Fue capturado…”, Página 12; “Me sentía…”, Clarín; “Detenido en…”, Lne.es.

El proceso contra López fue motivo de un debate punzante (Cohen Agrest…, 5/9/2014; “Someterán a…”, La Nación; “Piden la…”, Clarín).

“(…) cuando fue el juicio a Axel López, que entre otras cosas liberó al asesino de la familia de Matías Bagnato —en realidad lo mandó a España, porque era español (…)—. El asesino volvió, Axel López ni miró el expediente y este hombre volvió a amenazar a Bagnato”. El relato es de Diana Cohen Agrest (Fernández Díaz…, La Nación), filósofa, activista civil y mamá de Ezequiel, víctima fatal de un asalto. “También dejó libre al hombre que terminó matando a Soledad Bargna. Y al violador que se fue al norte, se hizo pasar por remisero y violó y mató luego a Tatiana Kolodziez. Entonces se le hizo un juicio a Axel López, y toda la corporación judicial dijo que no podía enjuiciárselo porque no se puede hacer futurología. Eso es muy discutible: si una persona violó y mató en repetidas oportunidades, perfectamente puede volver a hacerlo”.

Los pedidos de libertad tramitados por Cacho también coparon la opinión pública (“Seguirá preso…”, La Nación; “Masacre de…”, Bigbangnews.com).

“Se lo juró. El asesino juró matar a Matías Bagnato, el único sobreviviente de la masacre de Flores, quien debió mendigar justicia para que no liberaran a su agresor: casi 190.000 firmas legitimaron su petición y el asesino —por el momento— continuará preso”. Son palabras, otra vez, de Diana Cohen Agrest (Cohen Agrest…, 20/4/2016). “¿Por qué Matías, la víctima, debió juntar firmas para que la Cámara de Casación no le otorgara las salidas transitorias que acabarían con su vida? ¿Por qué no tuvo ni voz ni voto en un proceso en el que se jugaba su vida?”.

Están asimismo en los diarios la campaña Para Que No Te Pase (“La convocatoria…”, Clarín; “#ParaQueNoTePase…”, La Nación) y la sanción de la Ley de Víctimas (“Es ley…”, La Nación; “Un cambio…”, La Nación; “Oportuna ley…”, La Nación).

El monumento en la plaza de Flores fue igualmente noticia (“Realizan un…”, Nueva-ciudad.com.ar).

La síntesis de Robledo Puch se funda en el libro de Palacios y tres notas de prensa: Soriano, Osvaldo…, La Opinión (pieza célebre de la época de la detención); “Robledo Puch…”, Perfil.com; y Bejuk, Eduardo… Infobae.com.

El suicidio de Fructuoso fue otro acontecimiento destacado («Murió Fructuoso…», Clarín; «Murió Fructuoso…», Perfil).

«Cuando sale el dictamen de que le negaron la libertad condicional en febrero», comentó Matías en conferencia de prensa («Matías Bagnato…», Perfil), «tomo conocimiento de que había un pedido de prisión domiciliaria por un tema de salud. A los pocos días de esto, recibo otro mensaje anónimo contándome que esta persona había sido operada de la cadera, que le habían puesto una prótesis, que la operación había salido muy bien y que, cuando lo mandaron al penal, se puso materia fecal en la herida para obtener la libertad», detalló. «Muchas veces me preguntaban si había logrado tener una nueva familia y yo nunca lo dije, porque tenía pánico de que él me la quitara. Estoy en pareja con Nicolás. Nico, que te amo, gracias por acompañarme durante estos años. Nico perdió a sus papás y quedaron solos los tres hermanos. Uno con síndrome de Down, Sebi, que es mi familia; son ellos dos, son mi familia, que me hacen sumamente feliz. Y yo nunca pude compartir eso con ustedes por miedo a que este monstruo me los quitara, como a mis viejos y mis hermanos, que están acá, siempre conmigo.»

La resolución posterior del máximo tribunal trascendió en el periodismo («La Corte…», Noticias Argentinas).

Bibliografía

Libros

Contreras, Leonel. La leyenda del Petiso Orejudo. Ediciones Turísticas, Buenos Aires, 2003.

————. Petiso Orejudo: documento final. El crimen de Arturo Laurora y el origen de la leyenda. Dunken, Buenos Aires, 2014.

Dion Casio. Historia romana. Gredos, Madrid, 2004 (siglo II d. C).

Moreno, María. El Petiso Orejudo. Planeta, Buenos Aires, 1994.

Tácito. Anales. Gredos, Madrid, 1991 (siglo II d. C).

Palacios, Rodolfo. El Ángel Negro. La feroz vida de Carlos Robledo Puch. Sudamericana, Buenos Aires, 2017.

Plinio el Viejo. Historia natural. Gredos, Madrid, 2010 (siglo I d. C).

Suetonio. Vidas de los doce césares. Gredos, Madrid, 2017 (siglo II d. C).

Academia

Rebollar, Alicia Irene. Mucho más que dolor y lazos de sangre. El activismo de las víctimas en la Asociación Madres del Dolor (tesis de licenciatura en Antropología Social, Universidad Nacional de San Martín). Dunken, Buenos Aires, 2019.

Santamaría, Rosana ¡Justicia a la Justicia! Estudio etnográfico sobre los reclamos de justicia de la Asociación Civil Madres del Dolor. Tesis de Maestría en Antropología Social. Universidad Nacional de San Martín, Argentina, 2014.

Trincheri, Marcela Inés. Las concepciones de derechos humanos que subyacen en las praxis de las organizaciones de familiares de víctimas de la violencia institucional surgidas en democracia. Tesis de Maestría en Derechos Humanos. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Nacional de La Plata, Argentina, 2013.

 

Documentos

 

Causa 180/1995. Bagnato-Álvarez González. Tribunal Oral Criminal 12, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sentencia del 10/11/1995.

Ley 27.372/2017. Derechos y garantías de las personas víctima de delitos. República Argentina. Boletín Oficial 33.665, 13/7/2017.

Prensa

“A 25 años de la Masacre de Flores, el recuerdo del único sobreviviente: ‘Aún puedo sentir el olor del incendio’“. Clarín, Buenos Aires, 17/2/2019.

“Bagnato, ante la posible salida del asesino de su familia: ‘Los vuelven a matar’”. Clarín, Buenos Aires, 12/11/2015.

Basetti, Ricardo. “La Buenos Aires del Petiso Orejudo”. Mundo policial, Buenos Aires, 1-2/1973.

Bejuk, Eduardo. “De la realidad al cine: La historia de Robledo Puch, el ángel que aterrorizó el país”. Infobae.com, Buenos Aires, 14/8/2018.

Cohen Agrest, Diana. “Futurología en la justicia penal”. La Nación, Buenos Aires, 5/9/2014.

——————. “La orfandad procesal de las víctimas”. La Nación, Buenos Aires, 20/4/2016.

“Detenido en Argentina un asturiano que quemó vivas a cinco personas en 1994”. Lne.es, Oviedo (España), 5/12/2011.

“El crimen de una familia”. Página 12, Buenos Aires, 15/2/2011.

“El tiempo”, La Nación/Economía y Negocios, Buenos Aires, 18/2/1994.

“Es ley la protección integral de las víctimas de delitos”. La Nación, Buenos Aires, 22/6/2017.

“Esta vez, Gran Hermano tuvo cara de mujer”. La Nación, Buenos Aires, 18/2/2003.

Fernández Díaz, Jorge. “En la Justicia estamos cautivos de una gran famiglia sobre la que no podemos hacer nada” (entrevista a Diana Cohen Agrest). La Nación, Buenos Aires, 2/4/2018.

“Fue capturado el autor de la masacre de Flores”. Página 12, Buenos Aires, 4/12/1994.

Goicoechea, Laura. “Entrevista a Matías Bagnato: ‘No puede ser lo mismo matar a una persona que a cinco’“. Medium.com, Buenos Aires, 2/8/2018.

“La convocatoria al Congreso, hoy a las 18”. Clarín, Buenos Aires, 11/10/2016.

«La Corte cerró por muerte el pedido de libertad del condenado por la masacre de Flores». Noticias Argentinas, Buenos Aires, 14/9/2023.

“Martirio de san Fructuoso, obispo”. Primeroscristianos.com, Navarra (España).

“Masacre de Flores: la Justicia volvió a rechazar la libertad del múltiple asesino”. Bigbangnews.com, Buenos Aires, 2/1/2017.

“Matanza en Flores” (portada). Diario Popular, Buenos Aires, 18/2/1994.

«Matías Bagnato dijo que formó una familia pero debió ocultarlo por Fructuoso Álvarez: ‘Tenía pánico de que él me la quitara'». Perfil, Buenos Aires, 1°/5/2023.

“Me sentía muerto, pero con el asesino preso recuperé mi vida”. Clarín, Buenos Aires, 5/12/2011.

«Murió Fructuoso Álvarez González, el asesino de la familia Bagnato en la masacre de Flores». Clarín, Buenos Aires, 30/4/2023.

«Murió Fructuoso Álvarez González, el autor de la masacre de Flores: sus víctimas ya descansan en paz». Perfil, Buenos Aires, 30/4/2023.

“Ni las hijas lo visitan: cómo vive hoy Fructuoso Álvarez, autor de la Masacre de Flores”. Bigbangnews.com, Buenos Aires, 17/2/2019.

“Oportuna ley para las víctimas”. La Nación, Buenos Aires, 28/6/2017.

“Ordenan recapturar al asesino de la Masacre de Flores”. Clarín, Buenos Aires, 13/9/2011.

“#ParaQueNoTePase: cuáles son los reclamos de la nueva marcha contra la inseguridad y la impunidad”. La Nación, Buenos Aires, 11/10/2016.

“Piden la destitución del polémico juez”. Clarín, Buenos Aires, 2/3/2015.

Pizarro, Emilse. “A 25 años de la masacre de Flores: Matías Bagnato, el único sobreviviente, teme el regreso del asesino”. Infobae.com, Buenos Aires, 17/2/2019.

“Realizan un acto a 25 años de la Masacre de Flores en la Plaza Simón Bolívar”. Nueva-ciudad.com.ar, Buenos Aires, 18/2/2019.

“Robledo Puch: ‘Me gustaría darme un tiro en el corazón como hizo Favaloro’“. Perfil.com, Buenos Aires, 6/8/2020.

“Seguirá preso el autor de la masacre de Flores”. La Nación, Buenos Aires, 3/12/2015.

“Sobrevivió a una masacre y ahora denuncia amenazas”. Clarín, Buenos Aires, 2/9/2010.

“Someterán a juicio político al juez Axel López”. La Nación, Buenos Aires, 8/11/2014.

Soriano, Osvaldo. El caso Robledo Puch. La Opinión, Buenos Aires, 27/2/1972.

“Un bidón de combustible y cinco víctimas fatales”. Clarín, Buenos Aires, 2/9/2010.

“Un cambio reclamado por los afectados”. La Nación, Buenos Aires, 25/11/2017.

Vallejos, Marcelo. “Los crímenes del Petiso Orejudo”. Todo es Historia, Buenos Aires, 7/1993.

Vera, Valeria. “Masacre de Flores: su único sobreviviente denuncia que las amenazas aún persisten”. La Nación, Buenos Aires, 12/7/2011.

“Vuelven a detener al autor de la masacre de Flores”. La Nación, Buenos Aires, 3/12/2011.

 

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